Más bodegas pero menos uvas en la vendimia de la D.O. Rías Baixas

Imagen de la vendimia en estos últimos días en la bodega Martín Codax. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La campaña de este año lleva 36 millones de kilos de uva cosechados, a falta de unas semanas para concluir las tareas de recogida

Casi ocho millones de kilos de uvas menos que la campaña de 2023 a falta de tres semanas escasas para que concluya la vendimia en la Denominación de Origen Rías Baixas. Este año hay más bodegas y más hectáreas de viñedos, pero el récord del ejercicio pasado, cuando se llegaron a cosechar más de 44 millones de kilos, será difícil de alcanzar. Al menos así lo calculan los técnicos de la D.O. que sin embargo hablan de una añada de calidad que esperan fructifique en buenos caldos.

La presente campaña cuenta con 177 bodegas inscritas, once más que hace doce meses. En esta ocasión hay una superficie de 4.636 hectáreas repartidas en 23.735 parcelas, que son atendidas por 4.994 viticultores de la Denominación Rías Baixas. En 2023 se cultivaron únicamente 4.491 hectáreas. Pero en los 47 días que duró aquella vendimia el número de kilos recolectados alcanzó exactamente los 44.358.546.

Se trata de una cifra difícil de superar en este año, pero los portavoces de la D.O. esperan que el recuento final no diste mucho del último realizado.

Una de las características de la vendimia en las Rías Baixas es que todas las uvas se recogen a mano, por lo que requiere de numerosa mano de obra en momentos puntuales, como estas dos últimas  semanas. Además, las normas de vendimia también obligan a los viticultores a depositar las uvas en cajas de plástico alimentario de menos de 30 kilos para preservar la calidad de las mismas hasta su entrada en la bodega.

En 2023 la campaña de recogida se inició el 21 de agosto. Este año comenzó casi en las  mismas fechas

En 2023 la campaña de recogida se inició el 21 de agosto con la recolección de uvas destinadas a la elaboración de espumosos. En las semanas siguientes, se llevó a cabo la vendimia de las variedades de uva blancas, destacando especialmente la Albariño, caracterizada por su ciclo vegetativo más corto y maduración más temprana. La fase final incluyó la recolección de uvas tintas y vendimias tardías, culminando el 6 de octubre.

En esta ocasión, aunque algunas bodegas iniciaron los trabajos de cosecha en las últimas dos semanas de agosto, el grueso de las marcas han optado por esperar a los primeros días de septiembre para extender  las tareas de recogida  de uva. Como ya viene siendo habitual, las subzonas más madrugadoras fueron las situadas al sur de Galicia, las de Condado do Tea y O Rosal

Según comentan los técnicos de la D.O. el ciclo vitícola este año se caracteriza por un invierno muy cálido y húmedo; una primavera cálida y muy húmeda, así como un mes de junio normal y húmedo. Esto ha provocado una tasa de brotación del 92,7%, algo superior a la del año pasado, pero con un índice de fertilidad  inferior, con 2,2 racimos yema/ brotados. Las mermas producidas se estiman en una media del 16% y se atribuyen especialmente por corrimiento de flor y, en menor medida, por plagas y enfermedades, especialmente el mildio larvado. El caluroso agosto y el buen tiempo de septiembre está propiciando  que la uva entre en las bodegas con una gran calidad y un buen estado sanitario, para alegría de los viticultores de las Rías Baixas.