Comienza la apertura gradual de los arenales Concha-Compostela

Los trabajos de erradicación de la plaga del cadillo entran en su recta final
Estado actual de uno de los accesos a la zona de baño de la playa Concha-Compostela en Vilagarcía. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Estado actual de uno de los accesos a la zona de baño de la playa Concha-Compostela en Vilagarcía. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Las obras de regeneración de las playas Concha-Compostela podrían estar finalizadas antes de lo previsto. Así lo pudo comprobar este jueves el concejal de Medioambiente, Diego García, que se reunió con los técnicos de Costas y Tragsa a pie de arenal. La apertura gradual de las playas comenzó ya, con la retirada del vallado de la zona de la Concha más próxima al muelle del Ramal y del pinar. Mientras, las obras avanzan en distintas zonas.

En la contigua a la que ahora se está abriendo, continúan las labores de riego con agua salada, hasta la altura del paso hacia la antigua Lantero. Desde aquí y a lo largo del parque de la Compostela y casi hasta el viejo lavadero, los trabajos repiten el esquema ya ensayado en la Concha, con la retirada de la capa superficial, en la que se extendió el cadillo, para ser enterrada en grandes zanjas, que entonces vuelven a ser rellenadas con la arena que, retirada primero, luego es aireada. Finalmente, como en el resto de las etapas, será regada con agua salada. Por este motivo, será movido el generador eléctrico y la bomba de agua que ahora está en la Concha. De este modo, la liberación del arenal será gradual.

La razón por la que ahora están valladas las distintas zonas de trabajo, dejando solo los pasillos de acceso a la zona de playa, es por seguridad: las zonas de trabajo son cada vez más estrechas y es preciso acotarlas bien para evitar cualquier tipo de riesgo donde están actuando máquinas de gran porte. A medida que se vaya avanzando, las vallas irán retirándose sucesivamente hasta llegar al final. Se calcula que el proyecto fue ejecutado en más de tres cuartas partes, de manera que el final de las obras podrían adelantarse a la segunda mitad de agosto, aunque todo dependerá de que los trabajos discurran con normalidad. En el proyecto está previsto que los operarios hagan batidas manuales para erradicar cualquier resto de cadillo, así como mantenimiento anual y riego de agua salada para evitar que vuelva a brotar.