La Sala Nauta acoge hasta el próximo 1 de septiembre una destacada exposición de las pinturas del artista Luis Garrido. Este pintor, que descubrió su pasión por el arte tras su jubilación, ha logrado captar la esencia de su tierra a través de sus creaciones al óleo.
En sus obras, Luis plasma con gran maestría los paisajes que evocan los recuerdos de su infancia, especialmente aquellos que pertenecen a la costa. Las olas rompiendo en la playa de A Lanzada y las vistas de la Illa da Toxa son algunas de las perspectivas recurrentes en sus cuadros, ofreciendo al espectador un viaje visual por estos paisajes. Sin embargo, más allá de los paisajes, lo que predomina en esta serie de cuadros es la vida marinera, un tema central en la obra de Garrido. Los grandes barcos y veleros surcando las aguas ocupan un lugar destacado en sus óleos, reflejando la fuerza del mar. Además, los marineros y mariscadores también tienen un papel fundamental en sus creaciones, siendo representados en escenas que buscan destacar el valor y la resistencia de estos trabajadores que día tras día enfrentan los desafíos del océano.
La conexión de Luis Garrido con Galicia, y especialmente con la vida ligada al mar, se hace evidente en todas y cada una de sus pinturas. Su obra no solo es un homenaje a su tierra y a su gente, sino también una demostración de su profunda relación con el entorno marino. En muchas ocasiones, estas pinturas son reinterpretaciones de fotografías que el propio artista ha capturado, transformándolas luego en lienzos que reflejan su visión. Su naturaleza autodidacta lo llevó a relacionarse con figuras importantes en el terreno de la pintura, como Ernesto Godoy.
