La Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra investigo a un vecino de Meis por un delito contra la seguridad vial al protagonizar una huida temeraria de una patrulla policial.
El pasado mes de agosto, una patrulla del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra identificó a un turismo que se había dado a la fuga, de diferentes patrullas policiales, en varias ocasiones, tras efectuar una maniobra de estacionamiento en un parking de un supermercado de Ribadumia.
En el momento de la identificación, el conductor dio marcha atrás y se fugó a gran velocidad. Así, se inicia un seguimiento dándole el alto mediante señales luminosas y acústicas. El vehículo fugado efectuaba maniobras con claro ánimo de embestir al vehículo oficial, teniendo que realizar, por parte de la Guardia Civil, maniobras evasivas para evitar la colisión. Continúan el seguimiento a distancia y observan como el conductor circula a gran velocidad, con riesgo de atropello de peatones y a otros vehículos que tuvieron que maniobrar de forma brusca para evitar colisionar con el vehículo fugado. Además, invadió de forma continuada el carril contrario a la vez que no respetaba ningún tipo de señalización, con riesgo de colisión al saltarse varios stop y líneas continúas.
Después de varios kilómetros a una distancia prudencial, para evitar la producción de un mal mayor o de un siniestro vial y, al haber sido identificado visualmente el conductor, los agentes desisten.
En días posteriores, el vehículo es localizado en la zona de Raxó por uno de los agentes intervinientes en la primera actuación, procediendo a la detención del conductor para evitar una nueva huida. Una vez identificado, el GIAT del Subsector de Tráfico de Pontevedra procede a la investigación de esta persona. Un varón de 48 años, vecino de Meis, con diversos antecedentes policiales.
Así, se le investiga como presunto autor de un supuesto delito contra la seguridad vial por conducir de forma manifiestamente temeraria. Un delito tipificado en el artículo 380 del Código Penal castigado con penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años.
