El futuro pulmón verde de Sanxenxo, a vista de pájaro

El turismo que visite el municipio el próximo verano encontrará un nuevo atractivo en pleno centro, plagado de vida y vegetación
La primera fase del proyecto 'Batea en Marea' de Sanxenxno en la Praza dos Barcos convivió en las últimas semanas con las fiestas y la actividad turística. JOSÉ LUIZ OUBIÑÁ
photo_camera La primera fase del proyecto 'Batea en Marea' de Sanxenxno en la Praza dos Barcos convivió en las últimas semanas con las fiestas y la actividad turística. JOSÉ LUIZ OUBIÑÁ

Tras convivir durante los meses más álgidos de la temporada alta sanxenxina con el turismo, la obra que transformará por completo el entorno portuario de Sanxenxo se perfila para estrenarse ante el vecindario a finales de este mismo año, según las previsiones iniciales del Gobierno local, pero también para la prueba de fuego, que llegará en la próxima temporada turística.

Y es que, con el puerto deportivo como principal bastión del peregrinaje turístico veraniego, el proyecto, denominado Batea en Tierra, vendrá a sumar un atractivo del que, hasta el momento, el municipio carecía en pleno centro: un pulmón verde. Para llevar a cabo este proyecto, que añadirá un extra al ocio en el entorno portuario, cambiando también su fisionomía, hace varios meses que las emblemáticas Praza dos Barcos y Praza do Mar se han despedido de las antiguas gradas que, más que conectarlas, las separaban, para dar paso a una nueva era plagada de vida y vegetación.

Así, los avances de la primera fase de la obra, que ya permitirá disfrutar del entorno a lo largo del próximo año, y que sin duda dejará entrañables estampas durante el verano que viene, permiten ya divisar el que será el paseo propiamente dicho, por el que vecinos y visitantes podrán transitar para atravesar la superficie. El color de la losa de granito ya instalada ha sido elegido entre unas 10 muestras diferentes. Además, contará con bancos del mismo material a lo largo de todo el recorrido.

A vista de pájaro, se observa el relleno de tierra donde se plantarán 33 árboles (pinos y tamarices), 4.369 arbustos de ocho variedades diferentes y 10.289 plantas, todas ellas autóctonas, con el objetivo de conseguir un gran jardín resistente a la salinidad y al entorno, que sin duda protagonizará las próximas fotografías del verano.