'Clanes': la serie más internacional pone en valor a los Greco

'Clanes' (Netflix) mezcla ficción y realidad y destaca el miedo de los narcos a la unidad de la Udyco Central desplazada en Pontevedra que ha detenido a los principales capos de la droga desde su creación en 2006 ► El audiovisual retrata a la perfección el día a día de estos agentes, que sacrifican gran parte de sus vidas en la persecución de los narcos ► El aura de triunfadores que se otorga a los "malos" es la parte negativa

 Tamar Novas y Clara Lago en un fotograma de la serie 'Clanes', que se emite en Netflix.
photo_camera Tamar Novas y Clara Lago en un fotograma de la serie 'Clanes', que se emite en Netflix.

PONTEVEDRA. Una tela de araña que consigue mezclar perfiles de muchos de los narcotraficantes más famosos de la historia de Galicia, integrados todos ellos en el inventado clan de Los Padín, se ha convertido en el producto audiovisual con origen en España más visto en la plataforma Netflix a nivel mundial, y eso es mucho decir.

Tres semanas después de su estreno, Clanes sigue en el número 1 en España, puesto que alcanzó en distintos países del mundo y que, bajo el nombre de Gangs of Galicia, rozó en el dificilísimo mercado de Estados Unidos, llegando a alcanzar el top-5. La receta del éxito viene dada por una mezcla de ficción y realidad en la que la tensión amorosa entre los dos principales protagonistas (inspirados en la historia de David Pérez Lago y Tania Varela, aunque con grandes diferencias) se funde con los distintos hitos del narcotráfico en las Rías Baixas a lo largo de los años y con la acción de la Policía Nacional, situada en el centro del escenario y con el Greco Galicia, la unidad dependiente de la Udyco Central desplazada desde 2006 en Pontevedra, como telón de fondo. Precisamente la serie sitúa en varias ocasiones a la ciudad del Lérez como el lugar al que acuden quienes pretenden denunciar el narcotráfico (en concreto, a su comisaría). "Putos Greco de mierda", llegan a decir, en la ficción, los narcotraficantes.

La narración cuenta con acierto el día a día de estos policías, que en no pocas ocasiones tienen que sacrificar sus vidas a cambio de perseguir a los narcos allá donde estos van, 24 horas al día y 7 días a la semana. Clanes elige a los Greco como ejemplo, pero también los miembros de las distintas Udyco, así como los agentes de la UCO y del Edoa de la Guardia Civil, desarrollan una labor oscura sin la cual sería imposible frenar, al menos en parte, a los clanes de la cocaína que en 2024 siguen plenamente operativos en las Rías Baixas.

                      Varios fotogramas de la exitosa serie de Netflix que ha marcado récords de audiencia a nivel mundial para un producto de origen español.
Tamar Novas y Clara Lago en un fotograma de la serie 'Clanes', que se emite en Netflix. 

La serie pone de manifiesto las dificultades existentes para rastrear las comunicaciones de los narcotraficantes, así como para conseguir testimonios que puedan ser utilizados en los juicios, así como el gran riesgo que corren cuando persiguen a los presuntos delincuentes, muchas veces muy bien armados y que no dudan en ajustarse las cuentas si lo creen oportuno. El audiovisual de Netflix también ficciona un momento tan delicado como el que tiene lugar cuando se coloca una baliza de seguimiento en un vehículo (en este caso, en un barco), y sitúa con acierto puntos como Portugal, Madrid o el Campo de Gibraltar como escenarios clave para las operaciones narcocriminales de los gallegos.

Reuniones con colombianos en un hospital de Madrid recuerdan a una en la que estuvieron presentes algunos de los más importantes capos de nuestro tiempo (algunos sin tacha penal por narcotráfico hasta ahora), e incluso se hace una clara alusión a la figura de Sito Miñanco poco antes de su última detención (a cargo de los Greco) cuando trabajaba en un párking de Algeciras mientras estaba en semilibertad.

En el apartado negativo, los policías (reales) que se ficcionan en Clanes destacan que la presentación de los narcotraficantes en la serie está completamente distorsionada. Ese es el caso del protagonista, inspirado en David Pérez Lago, al que se otorga un aura de "buena persona, en el fondo" o de "triunfador", dejando el papel de malo de la película para el alter ego de Miñanco. Uno y otro serían el hijo y el padre del inventado clan de Los Padín, en torno a cuyas andanzas gira gran parte del relato.

                      Varios fotogramas de la exitosa serie de Netflix que ha marcado récords de audiencia a nivel mundial para un producto de origen español.
La serie retrata a la perfección el día a día de estos agentes.

La elección de los Greco como los más temidos por parte de los narcotraficantes no es desacertada, pues se trata de una unidad policial que ha detenido a más de 1.000 personas desde su creación, entre ellas a los más importantes narcos de todos los tiempos.

Así, en 2006, cuando se creó el grupo, cuyos primeros integrantes aprendieron buena parte del oficio de los policías de las Udyco que ya estaban entonces en el territorio, se desarrolló la operación Roble, que, curiosamente, se saldó con la primera gran detención de David Pérez Lago, figura que, como se ha dicho, inspira a Daniel, personaje principal de la trama. En el relato histórico, los policías le detuvieron aún mojado en A Costa da Morte cuando se bajaba de una planeadora a poca distancia de una segunda lancha en la que se localizó el alijo.

                      Varios fotogramas de la exitosa serie de Netflix que ha marcado récords de audiencia a nivel mundial para un producto de origen español.
Una descarga reflejada en 'Clanes'.

A lo largo de los años posteriores, Greco Galicia consiguió pararle los pies a la organización colombiana liderada por Jorge Vélez Garzón en la operación Destello, así como a los sucesores de Patoco y a la red de Parido en la operación Tabaiba, el primer gran golpe contra la infraestructura naval de los narcos gallegos. En los años posteriores caerían otros como Marcos Vigo, Costiña y el Pastelero (ambos absueltos), varios miembros de Los Charlines, Rafael Bugallo Piñeiro, alias O Mulo, Germán Sánchez Rey, José Ramón Dorgambide y, por supuesto, Sito Miñanco. Más recientemente, la globalización ha llevado a Galicia a capos de nivel mundial, y han sido detenidos nombres como Sergio Roberto de Carvalho, alias Paul Wouter, Jonas Falk, alias El Pablo Escobar sueco, Fikri Amellah o Julio Andrés Murillo Figueroa. Y otros tantos que han conseguido librarse por poco de los Greco.