El pueblo que logró poner de acuerdo a todo un sector

Al alborear el siglo XXI, con la llamada 'crisis del sector turístico', los empresarios del municipio se aunaron en CETS para tomar medidas
Trabajadoras del Centro de Iniciativas Turísticaqs (CIT) en 1987, que pasó a formar parte del actual CETS. ARCHIVOS DP
photo_camera Trabajadoras del Centro de Iniciativas Turísticaqs (CIT) en 1987, que pasó a formar parte del actual CETS. ARCHIVOS DP

Al mismo tiempo que Aios daba carpetazo a sus antiguas minas de casierita en los años 60, el nombre de Sanxenxo se iba extendiendo por la península.

Los veraneantes, llegados de diferentes puntos, comenzaban entonces a hacer acto de presencia en las playas, en las calles y en los restaurantes, y se iniciaba la carrera por mejorar los servicios, que todavía hoy sigue definiendo las estrategias municipales. El alcantarillado, la luz en el rural y nuevas infraestructuras educativas y comerciales, como los mercados. Sanxenxo crecía en vecinos y visitantes y estalló el boom de la construcción. El turismo se iba convirtiendo en un modo de vida y el pueblo lo asumió. Proliferaron los hoteles y, en la década de los 80, acabó por desplegarse.

Surgió entonces, de un modo tan necesario como natural, el asociacionismo turístico, en un primer impulso por profesionalizar un sector que ya daba de comer a miles de familias en el municipio.

Aparecieron así las siglas de colectivos como el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT), Hosteleros de la Playa de Silgar y Hosteleros Unidos de Sanxenxo (HUS). Sus nombres comenzaron a leerse en el espacio público y sus retos pasaban por el bien común para lo que ya se consideraba el principal sector que empujaba la economía sanxenxina, pero haciéndolo por separado.

Hubo grandes momentos de bonanza hasta que, al alborear el siglo XXI, la expresión crisis del sector turístico ya estaba en boca de aquellos que habían dedicado a él toda una vida. Pero, lejos de caer en picado, el impulso de todo un pueblo de empresarios turísticos selló un hecho histórico: en el año 2003 las entidades se fusionaban en el actual Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS), que aplicó medidas para paliar la competencia desleal y que hoy es ya toda una institución.