El Concello de Sanxenxo adjudica a la empresa Misturas, Obras e Proxectos la obra de conexión del Mirador de A Peixeira y el Campo de San Roque por 942.892 euros un precio que es casi cincuenta mil euros menor que al precio de licitación. El 80% de la financiación del proyecto procede de la Deputación de Pontevedra, mientras que el Concello aporta el 20% restante.
La actuación abarca un espacio de 3.102 metros cuadrados desde el litoral de Portonovo hasta el campo de San Roque. De estos, 2.177 metros cuadrados corresponden al mirador actual y el vial. Los 925 metros cuadrados restantes se atribuyen a la subida al campo de San Roque.
Con este proyecto el Concello de Sanxenxo busca tres objetivos. El primero de todos es la ampliación de un espacio de prioridad peatonal que se suma al mirado actual y que incluye el vial que separa la subida hasta el Campo de San Roque. Los vehículos podrán circular pero a una velocidad muy baja y subordinados a las personas, en la línea del modelo establecido ahora en el Paseo de Silgar.
Otro de los objetivos planteados por el ayuntamiento es mejorar la subida al Campo de San Roque. Así, la actuación consiste en suavizar la rampa, serpenteando su recorrido, que contará con miradores a distintas alturas, bancos, barandilla y arbolado de hoja caduca, dando sombra en los meses de calor. De esta forma, se facilitará la accesibilidad de vecinos y visitantes. Además, la reforma también incluye la instalación de nueva iluminación que aporte seguridad y realce el espacio.
Por último, se plantea la renaturalización del borde costero, donde se pretende recuperar el estado natural del litoral antes de que se realizase el Mirado de A Peixeira. Para ello, el proyecto contempla dos miradores entorno a la reconocida estatua de A Peixeira y la eliminación de las barreras arquitectónicas, que supondrá un realce paisajístico del frente costero. Con esta actuación se mejorará la accesibilidad a las rocas de la playa de Caneliñas e incluye la plantación de pino atlántico y otra vegetación autóctona.
Así, la empresa adjudicatoria amplia hasta cuatro años el período de garantía y se compromete a realizar las obras en tres meses y medio, aunque no se empezarán hasta después del verano.
