Desde País Vasco hasta Sanxenxo viajó Orel Martín para mostrar su capacidad de realizar juguetes artesanos para los más pequeños, aunque también hay para toda la familia.
Micifú juegos es el nombre de este puesto que se encuentra expuesto en la feria de artesanía Ofeitoaman, en la plaza Fonte de Ramos en Sanxenxo.
Orel comenzó hace un par de años porque se encontró con un artesano de Aragón "que se dedicaba a mantener estos juguetes vivos, me pareció interesante y empecé a aprender como se hacen y como venderlos". Así, ahora se dedica a ir por ferias de toda España y venderlos.
"Al principio empezamos a hacer juguetes para niños pequeños, como pueden ser los cochecitos", un tipo de juegos que es para niños de entre uno y tres años. "Al poco empezamos a descubrir lo que eran los juguetes educativos como Montessori, Waldorf..." Estos dos, son dos tipos de educación alternativas a las que se conocen hoy en día. "Todos enfocados en el desarrollo de los niños".
Los juegos para toda la familia son los que triunfan
"Yo creo que el memory o una pipa mágica", dos juguetes totalmente diferentes.
El primero es un juego para toda la familia "tienes un dado con seis colores y cuatro peones de cada color" por turnos vas tirando el dado y sacas un peón "si aciertas te lo quedas y si fallas lo dejas donde estás y corres el número. Se trata de que el que mejor memoria tenga gana", cuenta mientras hace una demostración.
El segundo, "es muy sencillo para todas las edades" ya que se trata de soplar una pipa y hacer que flote una bola en el aire.
Pero Orel tiene su favorito, la escalera de Jacob, "me gusta porque es muy creativo y además tiene un efecto óptico".
